El color, olor, sabor y textura, fuente de información para nuestro cerebro y nutrición para nuestro organismo.
Por alguna razón inexplicable, cuando hablamos de alimentos nos referimos a una gran variedad de características: Vitaminas, minerales, aminoácidos, aceites, carbohidratos, enzimas digestivas, fitoquímicos, entre las más conocidas, pero estas características las podemos comprobar en un laboratorio, pero no con la sensibilidad de nuestros sentidos, este artículo es una perspectiva de apreciar las cualidades de las frutas, las verduras y los alimentos en general, teniendo en cuenta su color, olor, sabor y textura, de este modo tendremos un conocimiento más práctico y sensible de los alimentos.
La naturaleza nos muestra una perspectiva muy distinta y utiliza nuestros sentidos para atraernos al alimento... los colores activan nuestro instinto y nuestras ganas de comer, los olores también nos atrae a nuestros alimentos, el sabor nos llena de placer y la textura, líquida, gelatinosa, suave o dura
Pero los negocios y el marketing de alimentos artificiales conocidos Como comida chatarra y alimentos industriales, si tienen muy en cuenta la importancia emocional y sensitiva de conectarnos que nos conecta con lo que queremos comer .
La industria de alimentos y la comida chatarra, basan su publicidad en los colores y las formas... sus productos están llenos de colores artificiales, saborizantes artificiales, fragancias artificiales, textura artificial, Y estos componentes artificiales son totalmente distintos en su constitución a los productos que nos da la naturaleza..
Resulta que nuestro cerebro reconoce los alimentos instintivamente por su color, olor, sabor y textura y así identifica lo que necesita para funcionar bieny esto no sólo sucede en nosotros los humanos pero también esto está codificado así en todas las especies de animales, de este modo instintivamente los animales reconocen qué alimentos le sirven y qué productos no deben consumir.
La publicidad evade los mecanismos cerebrales de detección de nutrientes y engaña al cerebro dándole una información falsa en colores, olores, sabores y texturas que no corresponden con los alimentos que compramos y a cambio de recibir los nutrientes, se recibe una lluvia de químicos tóxicos.
Este engaño produce daños fatales porque desconecta nuestro cerebro de la realidad y además dañan nuestro instinto produciendo un caos en la capacidad de detectar nutrientes.
Los colores naturales de los alimentos están compuestos por pigmentos llamados fitoquímicos, estos pigmentos cumplen efectos protectores para la planta o la fruta, dentro de nuestro cuerpo estos fitoquímicos tienen la misma función, proteger nuestro cuerpo, protegerlo de los rayos UV , protegerlo de la oxidación, protegerlo contra enfermedades degenerativas como el cáncer.
Los olores de los alimentos son aceites esenciales, sumamente volátiles y sensibles a la oxidación, a la luz y al calor. Estos aceites conforman muchas de las propiedades medicinales más poderosas de los alimentos y las plantas.
Una forma sencilla de aprovechar los aceites esenciales presentes en los alimentos es evitarla de recocción de alimentos, cocinando a temperatura regulada y también consumir aromáticas o infusiones de plantas medicinales.
A lo largo de l tiempo se han desarrollado escuelas de medicina que han basado sus conocimientos en el estudio y en la aplicación de dichas esencias aromáticas.
Términos como esencia o quintaesencia tienen su principio en dichas aceites esenciales que tienen propiedades medicinales extraordinarias.
Los componentes bioquímicos de los alimentos generan una reacción con nuestra lengua que percibimos como sabor.
Ese sabor lo forman las proporciones de los diferentes nutrientes,, son los causantes de generar placer al comer, este placer instintivo ha ayudado a nuestro organismo a existir ya que en los nutrientes recibe, el combustible que necesita para vivir.
Sin embargo el mundo ahora se encuentra bajo la tiranía de los sabores artificiales y el mismo placer de comer que garantiza la vida es utilizado como un gancho comercial más de la industria de alimentos.
El mercado compite en lograr sabores más estimulantes y dichos sabores están insensibilizando nuestro paladar de modo que cada vez se perciben menos los sabores naturales.
Los niños son los que peor sufren este flagelo, la industria alimenticia de comida chatarra tiene un Arsenal enorme de elementos químicos y sintéticos que sobre los alimentos infantiles industriales y esto obviamente estallara como una gran diversidad de enfermedades al cabo de unos años.
Indudablemente es indispensable que los alimentos sean deliciosos, pero no se puede priorizar el sabor sobre la nutrición, lo más importante es que sean saludables pero deben ser deliciosamente saludables.
Los alimentos tienen diferentes texturas.. algunos gelatinosos como la chía, la linaza, la sábila,la Granadilla o la pitajaya, esa textura la tienen los alimentos ricos en fibra soluble, está compuesta por mucílagos que tienen una gran capacidad de lubricación y limpieza del intestino y arterias.
las texturas crujientes como la manzana y la zanahoria son fibra insoluble qué ayuda ala digestión y a la tracción intestinal. Geniales para evitar el estreñimiento o problemas de colón.
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